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martes, 28 de agosto de 2012

La Puerta Indiscreta



Fantasías, siempre fantasías. ¿Quién no las ha tenido? Se burlaría de todos si dice que no piensa en cosas eróticas o fantasiosas con una persona u otra. Una actriz, una vecina, la jefa, tu compañera de cervezas, una amiga, tu hermana, tu prima, la madre de tu amigo. La lista puede ser infinita. Pues bien contaré la historia de un círculo de vicio y fantasía.

Una pareja corriente como todas las que puede haber, muy asiduos al buen sexo y disfrutar del mismo mientras lo comparten. Estos personajes los llamaré Hugo y Carmen.

Carmen era de cuerpo curvado, esas curvas sensuales que vuelven loco a cualquier hombre al ver como se mueven para él, disfrutando de cada momento y cada giro de su cuerpo. Pelo largo y oscuro como el azabache, en algunos momentos era perfecto para poder agarrarlo y sentir un poco más de poder y dominación. Sus pechos redondos llamaban la atención por su volumen y altura, de textura suave y dulce sabor al contacto con la lengua. Unos pezones preciosos decoraban esas increíbles curvas gemelas. Sus ojos gozaban de una profundidad hipnótica, te podías hundir en ellos y notar como ibas cayendo en su agujero y su trampa de seducción.
Hugo por su parte era más corriente pero no por ello menos atractivo. Su altura y complexión física eran de persona fuerte y atlética, no por ello marca de gimnasio, pero tenía esos brazos y espalda que toda mujer quiere le rodeen para poder sentirse segura y protegida, allí donde poderse cobijar. Pelo liso corto con esa barba tan seductora de dos días. Su verdadero poder residía en un encanto interior una especie de magnetismo que desprendía con seguridad en sí mismo.

Hechas las presentaciones pasaremos a los acontecimientos.

Llevaban tiempo sin verse por culpa de trabajo, estudios y otros quehaceres que les mantuvieron alejados pero al fin tendrían su momento privado. Fueron al pueblo de Carmen, una casa rústica de su familia en el interior de la comunidad, algo tranquilo para ambos. Tuvieron la idea de invitar a la prima de Carmen y a unos amigos para montar una pequeña barbacoa y fiesta y tener un rato de recreo todos juntos y al día siguiente tenerlo todo para ellos dos solos.

Todo estaba preparado para el viaje y la fiesta, la pareja procedió entonces a recoger a la prima de Carmen, Silvia. Una chica muy agradable un par de años más joven que Carmen aunque no por ello menos madura. Desprendía un aura de madurez que otras chicas de su edad no tenían, también llevaba con ella un aire provocativo y sensual, su ropa provocadora junto con un cuerpo diez hacía las delicias a la vista de todo aquel que se cruzase con ella. Ese día hacía bastante calor y Silvia sacó a relucir su belleza con un pantalón muy corto ajustado vaquero que dejaba que las líneas de sus largas y esbeltas piernas hechizaran al personal, una camiseta blanca con un dibujo algo extraño dejaba uno de sus hombros a la vista así como parte de su pecho, además ya de paso podría dar más a la imaginación.

Tras unos besos y unas palabras entraron en el coche. Hugo se sorprendió de la belleza y del aura que desprendía Silvia que ya en un par de ocasiones anteriores le había lanzado miradas y algún mensaje subliminal en las conversaciones que tuvieron.

Hugo sabía que si no fuera porque conoció a Carmen primero hubiera tenido un lío con Silvia ya que le llamaba mucho la atención. Alguna vez había tenido una erección pensando en el cuerpo desnudo de Silvia y en cientos de situaciones íntimas entre ambos. Su imaginación estaba colmada de ideas sobre la prima de su pareja.

Carmen sabía de buena tinta y por las palabras de su prima que su novio le resultaba muy atractivo. En ocasiones anteriores a ser pareja ambas primas se habían contado sus fantasías con Hugo, el cómo debería ser tener a un hombre así para el placer de cada una de ellas. Solo Carmen se había llevado el gato al agua y pudo comprobar de buena mano como se las gastaba Hugo.

Me estoy perdiendo en detalles.
Una vez ya en la casa y con la gente llegando, Silvia no paraba de mirar a Hugo. A veces se cruzaban por la casa y la chica no se cortaba en lanzarle guiños y besos al aire, Hugo se lo tomaba como un simple juego pero aun así le llamaba bastante la atención. En una de esas se cruzaron uno al lado del otro y Silvia incluso le dio una cachetada en el culo sonriendo. Tras la barbacoa feliz y divertida algunos decidieron salir por el pueblo en busca de más fiesta otros, Carmen y Hugo, decidieron quedarse en casa, lo mas solos posible para disfrutar el uno del otro. Carmen le tenía preparado a Hugo una sorpresa. Carmen tenía preparado un gel estimulante para realizar un masaje a Hugo por todo su cuerpo y cuando digo todo es TODO.

No perdieron el tiempo y ambos fueron directos a la habitación, el alcohol había hecho algo de efecto en ellos y estaban algo más desinhibidos y “marchosos”. Carmen sentía un ardor entre sus piernas y sabía que estaba deseosa de tener intimidad con su pareja y Hugo no se quedaba corto. Entre besos y caricias algo subidas de todo llegaron a la habitación, Hugo recorrió con sus labios el cuello de Carmen, fue notando como la piel de su chica se estremecía entre caricia y beso. Las respiraciones fueron haciéndose más notorias e intensas. Las camisetas volaron muy rápido pues la pasión y el apetito de ambos iba en aumento por segundos.

Fue entonces el turno de Carmen que empezó a besar y acariciar el torso de Hugo, lentamente recorriendo cada centímetro de Hugo. Este se estremecía en la sensación, escalofríos placenteros por todo el cuerpo a consecuencia de las caricias de su querida. Sus lenguas se perdían en los besos pasionales y profundos que se daban.

Carmen paró de repente las caricias y los besos y fue entonces en busca de su gel especial para el momento. Se trataba de un aceite estimulante para masajes eróticos y en ello se puso. Comenzó con el torso de su amante, untándose las manos en el ungüento, palpó cada centímetro de su pecho desde la parte de las clavículas hasta casi la cintura, todo ello sin parar de besarle para continuar con la sensualidad. Alargo los brazos para rodearle el cuello y masajear sensualmente la parte más tentadora para ella. Se entrelazaron con un beso mientras ella seguía tocando la piel de Hugo.

Pasó a ser turno de Hugo que hizo lo mismo que ella, se untó las manos en aceite y acaricio los pechos la tripa y el cuello de su pareja. No quitaba mirada a los pechos de Carmen que con el brillo del aceite aun parecían mas deliciosos y carnosos, mas tentadores.

Hugo tenía algo mas preparado también y era tequila y limón. Les encantaba el juego a ambos que daba la bebida con el limón. Ella se puso de pie y dejo caer un poco de tequila sobre su pierna mientras Hugo relamía todas las gotas que dejaban la espirituosa bebida. Carmen sentía la lengua de Hugo como se apoderaba de su carne mientras tomaba el líquido de ella. Esta se puso el limón en la boca y mando a Hugo cogerlo de sus labios. Este lo cogió sin detenerse un instante en dudas y se alimentó del cítrico y del caldo que había dejado en los labios de su pareja. Hugo paso a dar un trago a la botella y dar de beber de su boca a Carmen que lo paraba de relamerse del gusto de disfrutar de tanto erotismo con su pareja.

El ambiente ardiente y cargado de alcohol y pasión estaba dispuesto para el acto ya necesario en ambos para hacer callar a sus más que intensos placeres.

No nos hemos olvidado de nadie en esta historia y Silvia hacia un rato había llegado a casa y pudo escuchar gemidos y sollozos que venían de la habitación. Subió para comprobar que ocurría, se encontró con una puerta casi cerrada donde pudo ver disimuladamente a su prima con su pareja en un acto sexual y desenfreno de placer.

Lejos de irse a otra habitación o de alejarse de la ranura que dejaba la puerta mantuvo la mirada mientras Hugo bombeaba su pene dentro de Carmen. Silvia, como ya he comentado antes, pensaba en muchas ocasiones en poder coger a Hugo y probar en sus carnes algunos de los comentarios de su prima.

Con la situación de la habitación y las miradas indiscretas de la joven prima empezaron a aflorar sus primeros calores y una ligera humedad que venia de su interior. Para entonces Carmen montaba a Hugo cabalgando encima de el mientras gemía y movía su cintura apretando contra el vientre del chico su cadera. Silvia metió su mano en sus pechos y comenzó a apretujarlos y acariciarlos mientras su placer iba en aumento.

No podía creerse lo que estaba haciendo y en mente tenia aun mas que pretendía dar salida, se estaba excitando viendo a su prima con su pareja y encima se estaba tocando mientras miraba. La situación era un poco extraña pero continuaba en su tarea de darse placer con las imágenes que la pareja, ajena a estos hechos seguía edulcorada por el alcohol follando en la habitación.

Hugo entonces puso a Carmen de rodillas contra la pared y comenzó a empujarla desde atrás. Entonces fue cuando Silvia ya con la ropa medio quitada metió sus dedos dentro de ella y por desgracia para ella un gemido se escapo por su garganta. Rápidamente se apartó de la puerta esperando que no se dieran cuenta, aun escuchaba los gemidos y golpes de la carne asique se atrevió de nuevo a asomarse. Hugo tenia puesta la vista en la puerta y se dio cuenta de que algo ocurría pero no le hizo mucho caso asique continuo con su trabajo. Silvia hizo lo propio consigo misma y volvió a su tarea, ya muy húmeda notaba como se escurrían sus líquidos por sus dedos llegando a su mano, también retorcía sus pezones ya muy duros por el placer y el calentón. No podía hacer mucho por aguantar los gemidos y aunque se mordía intentando no darles salida alguno se escapaba.

Hugo ya pudo ver a Silvia dándose placer, la había podido observar en sus actos de mirona pervertida, pero ello no le dio para alertar a Carmen de los hechos y le gustaba saber que Silvia miraba lo que ocurría. Silvia que estaba sumida en sus placeres también se percato que Hugo sabia de su presencia pero no podía parar de masturbarse.

Entonces llegaba el tan ansiado orgasmo. Hugo hizo ponerse a Carmen de rodillas para lanzar su fuego sobre ella, la colocó de manera que no viera la puerta y el pudiera ver a la pequeña prima. Silvia notaba que estaba apunto de terminar y al ver aquella acción comenzó a llegar el orgasmo, se estremeció tanto que casi se cae al suelo y las piernas se le doblaban mientras se tapaba la boca mirando a Hugo correrse.

Al término Silvia salió corriendo al baño, fue entonces cuando Carmen dijo que había alguien en casa. Hugo pidió a Carmen que se acostara, esta estaba algo borracha aun y aturdida por el sexo, ella accedió sin problema pues ya era tarde y Hugo tenía toda la razón.

Hugo salía por el pasillo con un pantalón corto para taparse un poco cuando pudo darse cuenta que Silvia se fue al salón. Fue tras ella para verla tumbada en el sofá, avergonzada porque sabía que Hugo la vio en su acto de voyerismo. Hugo algo perjudicado por el alcohol solo pudo decir que no se preocupara que no se lo contaría a Carmen. Muy agradecida dio un beso a Hugo en los labios el cual no respondió solo se quedo quieto y sorprendido. Al ver que no respondía Silvia beso verdaderamente a Hugo que no puso oposición al acto.

Se besaban lascivamente ya que Silvia quería más después de su expedición erótico-visual. Silvia pronto bajo su mano para ver que Hugo no tenía calzón bajo el pantalón y que ya estaba dispuesto a otro asalto.

Dentro de su poca cordura Hugo se negó en un principio y rechazó a la joven pervertida y calenturienta. Pero lejos de parar ella bajo a lamer el miembro de Hugo que aun embriagado en alcohol puso poca resistencia. Durante la felación Silvia se tocaba la entrepierna volviendo a mojar su ropa interior en flujos de su vagina provocados por sus juegos.

Silvia puso a Hugo en el sofá sentado y ella se sentó en el como si de otro sofá se tratará y agarro el duro y erecto miembro de Hugo y se lo introdujo dentro. El placer que Silvia sintió fue increíble y no pudo sostener su voz y un gemido salió de ella.

No paraba de saltar en Hugo dándole la espalda, este no ponía demasiada resistencia y disfrutaba de la situación. Pronto apareció su pareja en su mente y apartó a Silvia de encima suya diciéndola que esto no podía ser y que no podrían decir nada a Carmen. Muy avergonzada pidió perdón y preguntó si podría dormir con ellos ya que las otras camas estarían ocupadas por la gente que fuera llegando en la noche. Hugo accedió a cambio del silencio de Silvia.

La noche paso y los tres amanecieron en la cama tan tranquilos, Carmen fue primera en levantarse la cual despertó a Hugo con un ligero beso diciendo que marchaba a la ducha. Silvia dándose cuenta de este hecho se acercó a Hugo que dormitaba aun. Arrimo su cintura y acurruco sus muslos en la entrepierna del chico, ella notó el bulto de nuestro protagonista y como aumentaba en tamaño y pasó una mano bajo el pantalón que llevaba desde anoche Hugo.

Comenzó a masajear el pene del chico despacio desde la parte mas baja de la dura vara hasta la punta de su glande, ella notaba la humedad pues de la punta comenzó a salir un liquido que lubricaba su mano para continuar con los movimientos. Se acercó al oído y le susurro que anoche se quedó con hambre, se oía a Carmen en la ducha con el agua cayendo asique la joven aprovechaba su ausencia. Hugo hizo un movimiento y quedo boca arriba y Silvia bajó el pantalón ligeramente dejando a la vista la polla de Hugo. Pronto se la llevo a la boca y comenzó a lamerla y agarrarla con energía, quería lo que su prima consiguió la noche anterior.

Hugo despertó enseguida y vio la situación y quiso explicaciones, Silvia solo quería terminar lo de anoche pues se había quedado con ganas de probar como su prima. Tras unos pequeños segundos de discusión Hugo la puso de rodillas como a Carmen y comenzó a masturbarse y dejo que Silvia le lamiera mientras lo hacia.

Ella pedía que se corriera y no tardó mucho en correrse y derramar sobre Silvia su semilla. Hugo se tumbó en la cama mientras la muchacha se relamía los restos del semen del chico. Se escucho a Carmen acabar con la ducha y poniéndose de pie y antes de salir por la puerta medio desnuda se dio la vuelta y guiño un ojo a Hugo mientras le daba las gracias por darle a probar y que nunca olvidaría lo que había hecho por ella.

Carmen salía del baño cuando entraba Silvia diciéndola que ahora era turno de ella de entrar.
Hugo recibió un cálido beso de su pareja mientras esta decía que habían tenido una noche inolvidable. El si que no la olvidaría.

2 comentarios:

Muestra Tu Culo dijo...

Hola!!

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